24 octubre 2012

Futuro incierto para la fragata Libertad


ELENA CRAESCU / EFE Buenos Aires -
El conflicto que retiene a la fragata Libertad en Ghana desde hace tres semanas ha disparado las alarmas sobre el futuro del buque escuela de la Armada argentina en el que se formaron cientos de marinos suramericanos en el último medio siglo.
 
Símbolo de la Armada argentina, la fragata es rehén de una compleja disputa legal y diplomática abierta por la decisión de la justicia ghanesa de aceptar la demanda de un fondo especulativo que pretende cobrarse una deuda de bonos argentinos adquiridos durante la crisis del 2001.
 
“Mientras yo sea presidenta, se podrán quedar con la fragata, pero con la libertad, la soberanía y la dignidad de este país no se va a quedar ningún fondo buitre ni nadie”, afirmó anoche la presidenta argentina, Cristina Fernández, en un mensaje emitido en cadena nacional.
 
La fragata, con 104 metros de eslora, 14,30 de manga y 6,60 metros de calado, empezó a construirse en 1953 en el Astillero Río Santiago, unos 65 kilómetros al sur de Buenos Aires, y entró en servicio nueve años después.
 
Se trata del tercer buque escuela de la Armada argentina, tras La Argentina y Presidente Sarmiento, su predecesor, que navegó entre 1898 y 1938 y fue reconvertido en buque museo en la década de los sesenta.
 
La Fragata Libertad es una embarcación de tres palos de acero y 27 velas con una superficie total de 2.650 metros capaz de desplazar 3.765 toneladas con carga completa impulsada por la fuerza del viento o a motor. Pronto demostró que era uno de los grandes veleros más rápidos de su época al conquistar en 1966 el récord mundial de velocidad por cruzar en 8 días y 12 horas las 2.058,6 millas del Atlántico Norte entre Cabo Race (Canadá), y la línea imaginaria Dublín-Liverpool.
 
Además, ha ganado nueve veces la Copa Boston Teapot, otorgada anualmente por la “Sail Training Association” al velero con más de la mitad de su personal en instrucción que recorra la máxima distancia solamente a vela en 124 horas de navegación.
 
La fragata Libertad representa a Argentina y su Armada en el exterior y el Gobierno decidió distinguirla en 2001 como “nave embajadora de la República”. Sin embargo, su objetivo principal, informa la Armada argentina en su página web, “es completar la formación de los cadetes de la Escuela Naval Militar para prepararles como oficiales”.
 
Para cumplir su misión, este gran velero realiza cada año un viaje de instrucción de seis meses alrededor del mundo. Desde 1963, cuando zarpó por primera vez, ha visitado más de 500 puertos en 60 países y se han graduado en él miles de cadetes. La interrupción más larga de los viajes anuales de instrucción ocurrió entre 2004 y 2006, cuando se emprendió la modernización de la “Embajadora de los mares” en el Astillero Río Santiago.
 
En esa reparación de media vida “se realizaron cambios estructurales en los sistemas de navegación y en el casco del gran velero”, especifica la Armada. Además, se acondicionó la nave para el ingreso de mujeres en la tripulación, las licenciadas en la primera promoción femenina de la Escuela Naval Militar en 2007.
 
La presencia de mujeres ha aumentado año tras año desde entonces y en 2012 “más del 25 por ciento de la tripulación es personal femenino”, anunció el pasado 2 de junio el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, cuando asistió a la despedida de los marinos que participan en su último viaje, la 43 expedición.
 
Debido al interés de Argentina por convertir la Fragata Libertad en un instrumento para “fomentar la camaradería y estrechar vínculos de amistad con otros países”, desde sus primeros viajes han embarcado cadetes de Estados vecinos, como Uruguay, Paraguay, Chile o Brasil.
 
“Este es el buque insignia, el buque escuela de la República Argentina. Pero también es el buque escuela de esa gran patria americana que es América del Sur”, añadió Puricelli antes de ver partir a la nave al mando del capitán Pablo Lucio Salonio con destino a su primera escala, la ciudad brasileña de Salvador de Bahía.
 
Entre los 326 tripulantes que salieron de Buenos Aires hace casi cinco meses había 36 extranjeros, procedentes de Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Brasil, Perú, Surinam y Suráfrica. Todos ellos serán evacuados de Ghana mañana junto a otros 281 marinos argentinos, mientras que, a la espera de que se decida el futuro de la Fragata Libertad, permanecerán a bordo el capitán y 44 marinos.
 
  http://www.elnuevoherald.com/2012/10/23/1328573/futuro-incierto-para-la-fragata.html#storylink=cpy